Reseña del bolsilibro «La ciudad que no existía» de Silver Kane

Regreso a Silver Kane. Vuelvo a una de sus novelas de bolsillo que han sido recopiladas recientemente por los colegas de A.C.H.A.B (Asociación Cultural Hispanoamericana Amigos del Bolsilibro) en un volumen titulado Ciudadano Kane.

Novela del oeste de Silver Kane

Personalmente, hubiera preferido Ciudadano Silver Kane, pero esos son caprichos míos que no vienen al caso. Ya os hablé de Basura en vuestras tumbas, de En el reino de los muertos y ahora toca este La ciudad que no existía. Quedan pendientes Semana negra y Sexy Killer que, si todo va bien, me encargaré de reseñar. De este modo, este nuevo libro especial que reedita algunos de sus bolsilibros quedaría completo en cuanto a mis reviews...

Vamos al grano. La ciudad que no existía, esta vez toca un western. No podía faltar una novelita del Oeste en este volumen que rinde homenaje a Francisco González Ledesma, el escritor que firmaba con el seudónimo de Silver Kane. Como autor de literatura popular y bajo ese sobrenombre, fue conocido sobre todo por destacar en este otrora popular género. No lo sé con certeza, puesto que no tengo la suficiente visión contemporánea, pero supongo que junto a Marcial Lafuente Estefanía y José Mallorquí debió ser el autor más conocido en cuanto a los westerns. Por decirlo de algún modo, eran los «pistoleros» de la máquina de escribir que más vendían en los quioscos...

La ciudad que no existía debe de ser una de esas novelas del Far West que se salen un tanto de lo que Silver Kane solía hacer. Hay que señalar que habrá centenares de ellas (no sé si escribió cerca de mil), y aunque pueda parecer increíble, no repetía demasiado sus argumentos. O, al menos, variaba en la medida de lo posible a pesar de ese caudal creativo que tenía que mantener entregando varias de estas novelas cortas al mes.

Silver Kane - bolsilibro Astri

Este libro quizá podría incluso encajarse en lo que hoy se denomina como weird western. Siempre es una categorización difícil de precisar y que admite más de un matiz... Pero, básicamente, durante casi todas sus páginas nos hallaremos en lo que se conoce como «La ciudad de los muertos», un lugar plagado de sucesos a priori sobrenaturales, como una antigua población que debería estar deshabitada pero en la que suceden ciertos «fenómenos extraños». A la postre, se dice que hay una mujer fantasma que pulula por la tétrica villa.

Dejando a un lado el posible componente weird de este western, que el autor ya pudo tocar puntualmente en otros bolsilibros de este género de su inacabable producción, creo que no es una novelita convencional de Silver Kane.

Si ha sido elegida para ser reeditada en este ejemplar conmemorativo, se le presupone una cierta calidad. Y estoy de acuerdo en que es buena. Además, parece que Ledesma la escribió con especial inspiración.

¿Qué vamos a encontrar en La ciudad que no existía? Pues el sempiterno gunman que ejerce las veces de protagonista, pero que no es ni mucho menos el arquetipo de pistolero que encabeza con asiduidad los bolsilibros de Silver Kane. También tendremos a una pobre dama, en parte desfigurada de forma horrible, que aporta el elemento misterioso a la par que emotivo. Algunas subtramas más completan la historia, con unos bandidos que buscan vengar a su jefe recién ahorcado y un doctor, un matasanos mental, y toda su cuadrilla que tienen unos métodos de trabajo… cuando menos, particulares.

Y sobre eso construye Paco Ledesma otro western con una facilidad pasmosa. Que tiene la virtud, como casi siempre, de leerse con comodidad y disfrutarse como de costumbre. No todos los autores de esta literatura popular podían decir lo mismo…

Uno de los aspectos que quiero destacar y que me ha sucedido con varios bolsilibros de este escritor, sobre todo en westerns, es la facilidad para esbozar una historia de amor con dos pinceladas narrativas; que además nos llega, hasta cierto punto. Kane usa este escenario amenazador a la vez que melancólico de una ciudad abandonada, repleto de alimañas y peligros, para pintar un cuadro conmovedor con una mujer supuestamente loca, que puede resultar la más cuerda entre el resto del particular elenco.

 

Y poco más que decir de este La ciudad que no existía. Como os he comentado en otras reseñas, he leído ya bastantes novelitas pulp del autor. Es posible que me haya decantado más por sus westerns (de hecho, en Vance Lorigan me sirvieron de inspiración), por consiguiente, debería tener ya motivos de juicio, sobre todo a la hora de compararlo con otros de ese género.

Es decir, ¿es La ciudad que no existía una gran novelita del Oeste de Silver Kane? Sí. ¿Es de los mejores que he leído? Eso ya no…

Por ponerle alguna pega a esta novelita que me ocupa, me da la sensación de que la trama del doctor Malone queda sin cerrar. Es más, durante gran parte de la historia sospeché algo respecto a la relación de dos posibles subtramas en principio inconexas, pero finalmente me quedé esperando esa confirmación. Me da la impresión de que a Ledesma no le dio tiempo a ponerle la guinda a esa parte y quedó pendiente. Aunque también digo que no estoy completamente seguro y que es un detalle que quizá no todo el mundo vaya a apreciar.

La ciudad que no existía es un buen bolsilibro de Silver Kane. Un western que huye en gran medida de los tópicos y teje una historia con un misterio, resuelta con la maestría de un Ledesma que se sentía como pez en el agua en esta particular pecera que era el pulp español.

¿Te ha gustado esta reseña? Si es así, te recuerdo que soy escritor de bolsilibros. Si quieres echar un vistazo a mis obras, puedes hacerlo en este enlace. ¡Gracias!


1967, Bruguera. Colección California nº 570. Ilustración de la cubierta: Rafael Griera

1975, Bruguera. Colección Héroes de la pradera nº 295. Ilustración de la cubierta: No especificado

1986, Astri. Colección Silver Kane nº 42. Ilustración de la cubierta: Salvador Fabà

1998, Ediciones B. Colección Silver California nº 98. Ilustración de la cubierta: Desilo