«Basura en vuestras tumbas», reseña del bolsilibro de Silver Kane

No me gusta hacer espóilers en estas humildes reseñas, pero haré una excepción y os adelanto uno relativamente menor: la basura de las tumbas son sus propios cuerpos.

Con eso ya os podréis hacer una idea del tono del bolsilibro ante el que nos encontramos. Estamos ante una novelita pulp de Francisco González Ledesma englobada en la colección Servicio Secreto de Bruguera, que se va claramente por los derroteros de la acción y la venganza.

Silver Kane

Así que ya os estaréis imaginando que esa particular basura son los restos, lo que quede de los cadáveres, de unos delincuentes malnacidos que cometen no pocas tropelías. Ledesma (firmando como era habitual como Silver Kane) emplea un estilo duro, áspero y despiadado en este bolsilibro. Es una declaración de intenciones que la inmundicia que meteran en el ataúd sean sus propios órganos, su propia carne: una auténtica basura.

Basura en vuestras tumbas es una novelita que considero que no habríamos podido ver antes del fallecimiento de Franco y el inicio de la Transición. Creo que no he tocado este tema pero es evidente que algunas restricciones en cuanto a la censura de estas publicaciones de quiosco tendieron a la laxitud. Este bolsilibro que me ocupa tiene pasajes lo suficientemente explícitos en varios sentidos que no creo que hubiesen sido posibles y que pasasen el corte antes de 1977, fecha en la que se editó.

Silver Kane ha hecho esta clase de novelas cortas en más de una ocasión. Es un especialista en ellas, cuando le conviene. Podría tratarse como un propio subgénero para el autor. Es decir: un fulano duro, más duro que una empanada de tornillos, que se enfrenta a una serie de maleantes sin escrúpulos. Por supuesto sin ningún remilgo ni restricción a la hora de ajusticiarlos.

Ledesma crea en este tipo de obras, que hemos visto con cierta asiduidad en sus westerns, novelas negras y similares, una atmósfera asfixiante, digna de un telefilme o peli de serie B abandonada, que supone una marca de la casa.

A día de hoy, que conviene ir con mucho tacto a la hora de tocar según qué temas, incluso con algunos debates sobre qué es aceptable tolerarle al artista en cuanto a lo creativo y lo censurable, algo como Basura en vuestra tumbas es completamente impensable. Si creeis que habrá algún tipo de corrección política o incluso moral bajo los estandares actuales estáis evidentemente muy equivocados.

Y es que obras así, para bien o para mal, no son posibles en la actualidad. Para que os hagáis una idea, el bolsilibro está articulado en un montaje paralelo narrativo. Un boxeador que intenta investigar una serie de hechos por un lado, y una chica joven y virgen que va a ser violada, maltratada y asesinada por seis monstruos de los bajos fondos, por el otro.

Silver Kane no da confesiones de ningún tipo. Situando la novelita en Nueva York, con todo el juego que le da para retratar ese inframundo que sospecho que era un trasunto de ciertas zonas de la Barcelona que tanto amaba y conocía. 

Así que aquí sorpresas las justas. Un prota más duro que el régimen de Corea del Norte enfrentado a una organización criminal sin ninguna clase de reparo ni miramiento. Tal para cual. El problema es que en medio hay una pobre muchacha muy atractiva que va ser ultrajada de la manera más vil y despiadada.

Ledesma plantea este montaje paralelo con los correspondientes saltos narrativos del drama de la secuestrada, alternándolo con las pesquisas del boxeador protagonista. Lo hace además de una forma original, especificándonos la hora a la que se producen los hechos al principio de cada escena en los distintos escenarios.

Le da las últimas pinceladas a su «juguetito», antes de ponerlo sobre las vías narrativas y que llegue a la estación que todos imaginamos. Un cierto halo detectivesco con la trama referente a los motivos del cautiverio de esa joven en concreto y una suerte de cuenta atrás a nuestro púgil vengador para subir las apuestas a nivel narrativo. El tipo sale de una brutal pelea que le corona como campeón pero a su vez con desprendiemiento de retina que le dejará ciego si no le atiende un medico en breve.

Así que tenemos a una suerte de Daredevil intermitente, con una furia encima descomunal ejerciendo de detective implacable que no se caracteriza precisamente por su tacto. Ya os decía que son libros que no veréis en la actualidad e hijos de su propio tiempo. Palabras como «marica»«puerca» y ese tipo de lindezas, no solo del vocabulario sino de los propios hechos que pueden estremecer a algunos o al menos hacernos reflexionar de cómo cambian las cosas.

Porque Basura en vuestra tumbas es un bolsilibro que no hace concesiones. Si estás pensando en el héroe que rescata a la damisela en peligro antes de que esta sea apalizada y violada por varios energúmenos… podríamos decir que llega tarde. Es una narración que no tiene la cualidad de anclarse en los clichés del buen gusto sino que se deja llevar por algo más incómodo pero con casi toda seguridad más real…

Y eso es todo, que no es poco.

No vamos a encontrar sorpresas ni giros demasiado inesperados. Esto es una historia de venganza, y hasta cierto punto de amor, protagonizada por un boxeador que se convierte en un verdugo implacable de quienes han cometido hechos deleznables contra una muchacha a la que quería. Con una pluma descarnada y en ocasiones con el humor negro de Silver Kane al reflejar el enfrentamiento más pétreo y despiadado que hace quedar al personaje que interpretaba Charles Bronson en Death Wish como un simple aficionado.

Silver Kane

Algunos señalan que González Ledesma era machista al escribir según qué tipo de cosas. Creo que se equivocan. Diría que en su momento firmar oculto bajo seudónimo era una manera de dar rienda suelta a muchos inputs creativos. Y siempre he pensado que los bolsilibros por su propia naturaleza eran un campo de pruebas y una universidad para los escritores que prácticamente sacaban el último folio de una novelita y estaban al instante metiendo el primero de la siguiente.

No debemos juzgar a nadie con un estupido sesgo temporal de la sociedad en la que vivimos. Esas personas experimentaron otra. Además, yo me atrevo a ir más allá. Creo que las novelas de esta temática son la respuesta de Ledesma a su trabajo de abogado.

En más de una entrevista dejó claro que acabó quemado de su empleo como letrado por las injusticias que presenció durante el desempeño del mismo. Creo que algunos de sus bolsilibros son en parte su respuesta a muchos asesinos y delincuentes que quedaban libres por tretas legales, abuso de poder y otras razones con las él que no podía luchar. Basura en vuestras tumbas podría ser particular venganza en la ficción con esos verdugos justicieros que no pudo encarnar en el mundo real y que en ocasiones quién sabe si le apetecería.

He leído este bolsilibro en el recopilatorio Ciudadano Kane que han publicado los compañeros de A.C.H.A.B. Me parece una buena elección como representación de un Silver Kane salvaje que podemos encontrar en otras de sus novelitas.

«Alguien tiene que recoger la basura», se solia decir. En este caso, si Ledesma no la recoge al menos nos hace ser conscientes que esa basura de personas estaban ahí. Siguen ahí…

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1977, Bruguera. Colección Servicio Secreto nº 1456. Ilustración de la cubierta: Desilo